Que tesón y que constancia, noche a noche en el mismo lugar, esperando que aparezca algún incauto que pueda calmar su apetito.
La veo todos los días, totalmente produciéndose para una jornada que dura hasta la salida del sol, supongo que dormirá después, pero cuando el sol se vuelve a acostar ella aparece de nuevo, tan firme y producida como siempre.
Las noches de luna llena, tiene un encanto mas especial, hasta diría que romántico, una extraña combinación de colores y textura, la hace en esas ocasiones mas hermosa, quiero suponer que ese día o mejor esa noche tendrá mas visitantes, claro lo mío, no son mas que suposiciones, nunca me quede como fisgón mirando si cae uno o no, cada cual hace su vida como mejor le parece.
Más de una vez, cuando el canto de los pájaros me saca de la cama antes de tiempo, y me voy a matear a la terraza, al mirar para la calle, casi siempre sigue ahí, a la espera,
Hay veces cuando las mañanas son muy húmedas y las gotas de rocío se derraman como niebla sobre plantas, paredes y asfalto, ella imperturbable sigue ahí, solo que esta agua bautismal, le da un toque artístico a su figura como a su lujoso traje.
Un día quise hablar con ella, pero no me contesto, solo se que me miraba con sus insondables ojos, tratando de escrutar si su traje corría peligro o incluso su vida., yo solamente la miraba y contemplaba su obra y si había algún rastro de posibles visitantes....fue en ese instante cuando la bautice con el nombre de Ariadna.

En fin, su vida y su traje, al menos de mi parte no corren peligro, no me molestan las arañas tejedoras de red , de hecho son unos animalitos que se encargan de disminuir la proliferación de moscas y mosquitos, menos terroríficos, pero de lejos bastante mas peligrosos.

El gato Silu