Interesante como metafora, y en ambos casos diria que el problema radica en no conocerce interiormente. En el caso de la serpiente si segundas intenciones por afinidad, digamos que hay que ayudar sin pedir nada a cambio y que cada cual siga su camino, sin en algun momento se producira un destrato entre seres totalmente diferentes. Y en el segundo caso, es el mejor ejemplo de la situacion actual de tantos hombres y mujeres que corren detras de algo, sin ver lo que pasa a su costado, siempre arguyendo que ya no tienen nada que aprender.....¿soberbia? ¿altivez? ¿ignorancia? o simplente ceguera impuesta y autoimpuesta....
Tal vez los guerreros de la luz tenga la respuesta que yo no tengo...

Sumamente interesante... El primero me recuerda a la fábula de la rana y el escorpión; creo que era una rana quién ayudó a cruzar el charco al escorpión y una vez en la orilla lo picó, diciéndole que si ella creía que la cosa hubiera sido de otra manera puesto que su actitud era innata a su naturaleza, a su esencia, que nada diferente podía esperar de él.
Nadie escapa a su esencia.
El otro, excelente también, bien descripto esa contínua insastifacción del ser humano...
No es muy brillante lo mío porque el brillo se lo pusieron Uds, estoy solo acompañándolos en un ratito que dispongo!
Un beso para los dos!

Si, la versiòn de la rana que ayuda a cruzar el escorpiòn, pinta el mismo punto que èsta. 
Coincido con vuestras apreciaciones, guerreros.

Tal como lo veo, enemigos externos e internos conviven en el dìa a dìa y solo nos cabe, reconocerlos y comprenderlos, aunque no necesariamente sufrirlos. Y eso, solo depende de nuestra habilidad "visual".
A veces no son personas, sino situaciones, circunstancias, elecciones...
Pienso que si uno realmente puede ver quièn o què tiene delante, es mas fàcil entender su naturaleza y sus posibles acciones y reacciones. A veces nos parece que lo que se nos cruza, es "compatible" por nuestras propias expectativas o necesidades: belleza, u otros atributos que nos atraigan. 
No tienen la misma naturaleza un perro que un escorpiòn, ni una oveja que un lobo.
Es imposible comprender al enemigo (como plantea el tìtulo de este posteo) si antes no lo reconocemos... en nosotros y en el afuera.
Ayudar sin mirar a quien, pero sin esperar ni lo mismo, ni necesariamente algo, creo que es el punto. 

Porque hay "amistades imposibles"... las cuales no pueden convivir bajo el mismo techo sin que en algùn momento, haya un chispazo... no?
Algo asì, como juntar agua y aceite.

La propia naturaleza, o mejor aùn, la propia visiòn de lo que es importante y lo que no, lo que ambicionamos y lo que realmente necesitamos para ser "felices"... Eso, nos marca y marca la forma en que nos relacionamos. Con esa definiciòn, no nos es posible imaginar el concepto de felicidad para un agente de bolsa, que para alguien que maneja un comedor comunitario o un albergue de perros. Sin que nos quedemos en solo el tema dinero, vamos mas allà, al punto de la humanidad, de la solidaridad o de ciertos valores que le damos a las cosas, que como dice la Mastercard, no tienen precio...

Me quedo con la afinidad vibracional como correcta y adecuada en las relaciones. Sin que hablemos ni de buenas ni de malas, sino de saludables... para nosotros.
Es imposible no perder las alas, como le pasò a Icaro, quien no supo ni pudo mantenerse "en el punto justo", para su propia condiciòn y situaciòn.

Bs al cuadrado!!!