20 años, que son 20 años......siempre nos (en plural) dicen que pertenecemos a otro mundo u otro raza, ya casi frisando los 30 años de casados + 4,5 de arrime.....por ahí me descalifican.......jajajajaja.
Voy a dar mi opinión técnica sobre la primera gran crisis, que no tiene nada que ver con faldas, pantalón o muñequitos lindos y felices, la primera gran crisis estalla cuando en un orden preciso y continuo todos o casi todos los artefactos eléctricos que uno recibió como regalo de casamiento, se empieza a romper y hay que reponerlos y no hay capacidad monetaria para lograrlo y ahí empiezan los reproches, como trabajas como un burro y no te pagan nada o siempre la misma atolondrada que no cuidas las cosas..............todo empieza por aquí, lo demás son excusas....

que, una relaciòn, sea del tipo que sea, debe estar basada en la aceptaciòn de las diferencias, el respeto, la confianza, la libertad, la honestidad y el diàlogo...
El comprometerse, el involucrarse en la relaciòn requiere de madurez.
Y sobre todo cuando se ha elegido formar seriamente, una familia.
Pienso que muchos toman el estar con alguien como algo eventual, pasajero, libre de muchas responsabilidades.
Convivir no es fàcil.
Aceptar a alguien tal cual es, sin pretender cambiarlo de acuerdo a la propia conveniencia, tampoco.
Y tener hijos... menos aùn. Implica mucha coherencia y dedicaciòn. Mucho de postergarse y de sacrificarse en funciòn del bien del resto.
La rutina y las desaveniencias cotidianas, personales y externas, son las que causan desgaste extremo en cualquier relaciòn bienavenida, pero es el afecto, el que prima o debiera primar, antes de considerar finalizado un vìnculo.
Hay situaciones donde los cambios de las personas a travès del tiempo, no admiten el continuar una relaciòn, bajo ningun punto de vista, por una cuestiòn de mera salud emocional, sìquica o fìsica. Pero convengamos que tambien sucede, que desde el principio, fuè una mala elecciòn, por parte de uno o ambos... y las consecuencias, tarde o temprano, terminan manifestàndose como grietas "repentinas".
Tal como dice Marce, pienso que en cualquier relaciòn, hay un 50% de afecto y otro tanto, de "trabajo".
Ningun tipo de relaciòn "sobrevive" sin estos dos factores.
Los proyectos, fracasan. Las amistades, se pierden. Las parejas, se mueren. Las familias se destruyen.
No creo en los vìnculos hipòcritas o convenientes. Mantenerlos es parte de la propia y ajena infelicidad...

No sé por qué extraños motivos se me pasó este tema.
Por supuesto que estoy de acuerdo con las chicas, cuando nos casamos cada una de nosotras piensa de que es para toda la vida y estamos seguras de que así será.
Hay amor, (no enamoramiento que pasa pronto y de prisa), deseos de construír cosas juntos, de tener hijos, de proyectarse en ellos.
No es tarea fácil, exige verdadero compromiso, tolerancia, diálogo, sinceridad, cierta cintura para adecuarse a los cambios.
Con el amor no basta porque a medida que pasan los años vamos creciendo y nos solo en años, también vamos cambiando como individuos libres y según nuestros propios intereses.
Sucede que a veces en las parejas se crece desarmónicamente, hay uno que estudia más,tiene más proyectos personales además de los que tenían en común , asciende en los trabajos y se generan situaciones de competencia que inevitablemente erosionan a la pareja.
O bien, cuando llegan los niños pareciera que hay más tiempo para los reyes tiránicos del hogar y se puede descuidar la relación de la pareja; la propia intimidad de la misma, sumado al cansancio o las preocupaciones que los niños en su crecimiento causan sobre todo si la tarea no se constituye de a dos.
Las parejas parecieran haber cambiado, donde se observan que los esposos hacen mandados en el supermercado y en el carrito llevan a los niños para que la esposa pueda ir a la peluquería o simplemente "compartir" las tantas tareas que hay en un hogar con niños en crecimiento.
Yo tuve un hogar así donde mi esposo compartía conmigo todas las tareas que se referían a los niños, ya sea cambiándoles el pañal o bañándolos.
Nuestra pareja estaba basada en el amor, en la confianza mutua,asistíamos juntos a las reuniones del colegio, o bien compartíamos las tareas en el hogar, los paseos, las visitas a los familiares, las reuniones entre amigos.
Pero... el diablo metió la cola con una enfermedad mental terrible, que años más tarde luego de nuestra separación tuvimos el diagnóstico ya que por supuesto, como él no se habituaba a estar separado de nosotros y decía amarme como el primer día yo lo acompañé al psiquiatra que nos había recomendado una amiga de la misma profesión y por situaciones que ella creyó ver o que quizás yo muy angustiada le conté.
Compartir la vida con alguien bipolar no es fácil.
Sobre todo si la persona que la padece la niega y no quiere asistir a los tratamientos.
Las etapas de manía son terribles, hacer negocios, montarlos para luego en una etapa de depresión auto boicotearse.
Tener puestos de trabajo espléndidos y perderlos por el mismo estado que menciono.
A lo largo de 25 años de matrimonio me he mudado de casa, de localidad y de provincia no menos de 17 veces, hasta que un día dije basta.
Ya estaban involucrándose la salud mental de mis propios hijos, debían guardar cierto arraigo con el lugar que habíamos elegido para un nuevo emprendimiento.
Cuando ese nuevo emprendimiento fracasó yo no me moví un ápice del lugar que había constituído como hogar, yo tenía mi propio trabajo (siempre lo tuve), mis hijos adolescentes su propio colegio, sus amigos desde los finales de la primaria y demasiado desarraigo sobre sus propias espaldas.
Era hora de darle un fin al matrimonio que no pudo ser. Después de 25 años me daba por vencida.
A nadie le gustan las parejas desarmónicas, los silencios,la falta de respeto, ver a los hijos en peligro por acciones impensadas del padre, antes de que ésto ocurra a veces es necesario pedir la libertad para no enloquecer. Y éso hice.
Ni busqué refugio en mi casa materna, ni me marché a mi ciudad de origen. Mis hijos comenzadas sus carreras universitarias, con planes, proyectos personales, nada me dijeron al momento de tomar mi resolución.
Continué con mis trabajos, arduos trabajos porque corría como una loca de un turno a otro de las escuelas , donde gozaba de respeto, cierto prestigio, y donde tenía amigos desde mi radicación en la zona.
Con el padre de mis hijos guardé un trato de cariño y afecto sincero por mi parte, donde él recurría cada vez que se sentía en problemas, por suerte radicado a 100 km de nosotros y que veía a sus hijos cada vez que lo deseaba. Teníamos buena parte de nuestra vida compartida y eso no es fácil de borrar.
Su vida continuó también con altos y bajos, con muchos más bajos sobre todo en su salud, ya que no continuó con los tratamientos psiquiátricos a los cuales yo había dejado de acompañarlo.
Luego, perdí a mi hijo varón en un estúpido accidente de tráfico a plena luz del día saliendo él y su íntimo amigo de trabajar.
El duelo por su pérdida en lugar de unirnos al padre y a mí abrió una brecha insoportable entre nosotros.
Muy rápido él conformó una nueva historia amorosa.
Siempre me quedó la duda de que no tuviera un tumor en la cabeza a raíz de una caída cuando era pequeño desde las escalinatas de un andén. En esa caída estuvo dos días inconciente y su madre no lo hizo ver por un médico.
Cuando murió hace casi dos años me lo volví a preguntar.
En este tema me costó no ser autoreferencial. Necesitaba hacerlo porque a veces hay separaciones que no se explican y en las parejas no es cuestión de aguantar.
Sostengo que las parejas actuales "aguantan" poco o donde prevalece muchas veces el egoísmo, la falta de amor, de comunicación y las eternas víctimas son los hijos.
Me considero una laburante del matrimonio, tomando como ejemplo la eterna pareja de mis padres, que no era solo de permanecer, había amor, protección, respeto, comprensión.
Yo no pude, sencilla y llanamente no pude. Elaboré mil estrategias para que mis hijos se quedaran afuera de cosas que no les competía saber por su corta edad, amaban a su padre y más tarde cuando comprendieron que no tenía vuelta atrás lo aceptaron con sus fragilidades.
Nunca se estableció una batalla campal para disputarnos el amor de los hijos.
Creo que él, también hizo lo que pudo.

Marce, querida amiga...
Tus razonamientos son los adecuados y es cierto que en la actualidad hay poco compromiso en parejas que se arman y se deshacen en un abrir y cerrar de ojos.
Y ésto sucede en todos los órdenes de la vida, en los trabajos, en las amistades, todo parece ser muy superficial y muy light.
Es cierto que antes las parejas duraban más pero nunca nos atrevimos a preguntarles quizás a nuestros abuelos, si eran realmente felices o directamente su unión era una fachada, o estaban juntos por una razón económica, donde la mujer tenía escasas posiblidades de hacer una carrera universitaria y volcarse al mundo del trabajo.
Parejas "caretas" hubieron siempre, cocinándose en el mayor de los aburrimientos, sin amor, manteniendo parejas clandestinas, callando golpes, sufriendo cosas que ahora se gritan en cualquier esquina o frente al televisor en esos programas "arregla tutti!"
Seguramente cada pareja tiene su propia historia y cada quién sabe cuánto pone de compromiso y de lealtad con el otro y con sus propios hijos.
Personalmente, sigo creyendo en las familias, sigo creyendo en el amor, sigo abriendo los brazos para nietas propias y esos que me presta la vida que son los nietos de mi compañero. Los amo a cada uno en sus individualidades y no retaceo besos ni abrazos, es la vida que vuelve a sonreírme, simplemente eso.
No soy una amargada ni una resentida de lo que me tocó pasar. Tuve instantes, retazos muy intensos de felicidad y de amor en mi primera pareja. La peleé mucho, puse lo mejor de mí y le agradezco infinitamente a ese que hoy ya no está la posibilidad de haberme dado los hijos más sanos, más inteligentes, más bellos del mundo. Haber sido madre amándolo a él, fue lo mejor que me pasó.
No me siento juzgada por tus palabras, al contrario, cuando lo hice mis padres fueron los primeros en apoyarme. Sabían que lo mío era una batalla perdida y tomaba la mejor decisión en pro de nuestra salud mental.
Sin salud mental no hay posibilidades de armar un vínculo con nadie.
Te mando un beso hermosa!!!!!!!
Y no llores por mí Argentina! jajajajajaja!!!!!

Ok Marce!
Todo bien con respecto al tema que nos convocó.
Te vuelvo a repetir que no me sentí tocada para nada!
Cada cual tiene sus vivencias personales, soy una persona abierta y sincera y para nada fue una respuesta a tu persona. Yo soy la lora que se acopla a todo tema que se postee! Evidentemente, (ya se lo manifesté a Gra) no tengo capacidad de síntesis al escribir y me encanta charlar.
Dije charlar y no ser un plomazo que toma la conversación, la parla, en vivo y directo con sus amigas.
Tengo un gran sentido del humor y si no fuera por éste creo que ya me hubiese muerto! Y sé reírme de mí misma, mis amigas dicen que debería escribir relatos con humor negro que es lo que mejor me sienta!
Vaya una a saber!
Por ahora estamos convocados en el cuentito, no hay problema en darte tiempo hasta que lleguen las musas inspiradoras. Igualmente se está haciendo tipo novela con los personajes que van surgiendo.
No avizoro un buen final en éste, lamento decírtelo porque los personajes que aparecieron son bastante oscuros, me parece que muy de a poco todo lo edulcorado está desapareciendo... Jajajajajaja!
Yo, debo acostumbrarme a escribir en word primero y luego copiar y pegar! Porque hoy casi morí, había casi finalizado mi relato, le di a previsualizar y en eso me cae un MP de Gra, curiosa cual rata, me puse a leer el mensaje y chau! Mi parte se había volatilizado en el espacio cibernético!
Me costó una barbaridad volver a hilar algo similar a lo construído!
En fin...
Te mando un besote!

Me encanta leerles...
La sensibilidad y el respeto por el otro, la amabilidad y la ternura que se "siente" en los "diàlogos" de este foro, es algo que me llega profundamente.
Sè que por este medio pueden producirse malentendidos, pero puedo asegurar que no hay malintenciòn en nadie aquì.
Todos son de una gran calidad humana.
Adultos inteligentes, abiertos, sensibles y respetuosos.
Personas que consideran al otro en su sensibilidad y posibles susceptibilidades.
Se que es repetitivo lo mìo, pero de verdad:
ES UN PLACER COMPARTIR CON USTEDES A DIARIO.
Justamente hoy, le comentaba a Alejandro, el lindo grupo que tenemos en Nuestro Espacio.
De que hay compromiso e involucre por el disfrute en sì... al menos es lo que a mi me sucede.
Y me parece una excelente, quizàs la mejor razòn de todas: disfrutar intensamente lo que se comparte, desde el corazòn y honestamente.
UN VERDADERO LUJO EN LOS TIEMPOS QUE CORREN...
GRACIAS POR ESTAR.

me siento sumamente cómoda en el espacio generado por Ge.
Vuelvo a repetir, para nada hiere mi susceptibilidad algún tema que se toca.
Por sentirme tan cómoda, tan como en compañía de verdaderos amigos ,vierto mi propia experiencia y la cuento con la seguridad de que nadie me va a censurar.
La lora (excelente calificación de Marce! Jajajajajaja!) sale, arranca y chau! No hay quién me pare!
Tengo edad y madurez suficiente para asumir que alguno no comparta mi punto de vista.
Sería de una necesedad increíble que me sintiera tocada por algún tema que se comparte.
Estoy segura de que la gente que visita estas páginas no me va a censurar... Y si se genera debate, todo será dentro del mayor de los respetos, no lo duden!
El año pasado cuando se creó este lugar me sentí como en casa, rodeada de excelentes personas y lamenté cuando Graciela atravesada por su situación familiar la suspendió.
Pero aquí estamos, con la idea de aprender del otro, con humildad y sinceridad.
Y si podemos aportar algo desde nuestros lugares sería doblemente bueno.
Pueden parecer demasiadas flores pero creo que los que participamos activamente aquí se las merecen.
Gracias por todo chicas, Graciela, Marcela y por supuesto también gracias a mi amigo virtual el gato Silu, que espero prontamente pueda traer de la mano a otro entrañable amigo que es toda nobleza.
Increíble que personas virtuales puedan llegar y calar tan profundo en mi corazón.
Pero así es!