Ayer, por la tarde, mi hermana y mi mamà, convencidìsimas que lo que nos hace falta para salir un poco del estado medio depre o depre y medio por el cual atravesamos desde hace ya un tiempo (demasiado prolongado, desde mi punto de vista...) vinieron a casa para (invitarnos...? o conminarnos...?... jejeje, me quedo con este ùltimo tèrmino) a salir en familia.
Partimos al Parque Sarmiento, medio tarde... con el mate y el cafè. Gabi, el hijo de mi hermano de tres años y medio, quièn nos gastò las pilas de solo mirarlo... que el tobogàn, la calesita, el subi-baja, las hamacas, etc, etc, etc.
Admirable la energìa de los niños... jejeje... y de algunas hermanas, de cuarenta y cuatro, que invitan a sus hermanas mayores, a acciones arrojadas, imprevistas, inconscientes... dirìa yo, casi demenciales, de acuerdo a la edad y el lamentable estado fìsico, que quien escribe, tiene.
La invitaciòn fuè, literalmente: Tenès ganas que vayamos al Martillo?
A lo que mi respuesta, fuè: Si tenès ganas, vamos...
Confieso no ser amante de este tipo de entretenimientos, pero por una hermana que quizas tenga ganas y no se anime a ir sola... bueno.
Habiendo ya tomado cafè (el resto tomò mate) y unos churros con dulce de leche, no estaba muy segura de que fuera PRUDENTE NI OPORTUNO, para mi estòmago... de cualquier manera, y estando ya planteada la invitaciòn, caminamos hacia el parque que estaba a unos escasos cien metros...
El martillo, que en Còrdoba, tiene la inscripciòn en sus dos contrapesos, de: Terminator en uno y Kamikaze, en el otro, pega sus cìrculos y semi circulos, de manera acompasada, junto a los gritos de los audaces que aceptan el desafìo...
Y allì estàbamos...
Cuando llegamos, ambos carros estaban casi completos...
Mi hermana le pregunta al chico de la cabina de comandos del juego, si se podìa subir aùn... El muchacho, corriò a revisar el espacio... mientras ella le decìa a los gritos: "Juntas" ...jejeje, no fuera que nos fuèramos a perder (no perdernos en el espacio reducido del juego, sino "perdernos" de los gritos, descomposturas o vaya a saber que, de la otra...)
Con cara resplandeciente, el tipo dice: Si, hay lugar...

Los dos ùltimos lugares, estaban esperàndonos...

Inevitablemente, pensè en "Destino final 2".
Subimos, y nos pusieron los arneses, la barra de protecciòn y cerraron la jaula...
Describir la sensaciòn de estar a mas de 18 metros y medio de altura cabeza abajo por algunos instantes, es imposible. Agradezco que a pesar de que los jugos gàstricos, tuvieron su propia y emocionante revuelta, no salieron despedidos, y eso, que no tenìan un arnès puesto...
Luego, mi hermanita, confesò que ella ya habìa subido y terminò dicièndome: "Son esas cosas que tenès que hacer en la vida... Yo ya me subì una vez, esta es la segunda... y no recordaba que fuera tan asì..." (????)

Analizando seriamente el tema, me preguntaba luego, si se considera el riesgo para las
personas mayores. Porque no solo hay un gran "derrame de adrenalina" en el interìn, lo que puede terminar en un infarto o falla cardìaca...
No hay impedimentos ni advertencias para subir...
Solo la propia inconsciencia...

Lo que sigue a continuaciòn, es un par de videìtos, que otros audaces, han tenido la valentìa de registrar, a pesar del riesgo de perder sus celus o càmaras de fotos. He buscado los de mejor resoluciòn y toma de imàgenes. No son los dos del Sùper Park Còrdoba.
SUGERENCIAS: MÌRENLOS A PANTALLA GRANDE Y LUEGO DE QUE SE HAYAN CARGADO BIEN, SON MEDIO PESADITOS...
Para que tengan una real dimensiòn de la experiencia, visualicen, no a los protagonistas en sì, sino el entorno...
Va esto para los que no se han subido nunca antes en el Martillo... asì deciden...

jajajaja... el morocho del segundo video, està mas preocupado en salir tranquilo y vistoso para Youtube que en "disfrutar" la experiencia...

Que se diviertan...!!!