SIN TITULO -por ahora

Los errores del presente se solucionan con un viaje a recuerdos del pasado, en la noche mas oscura, la diminuta luz de una estrella aun ilumina


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El taxi lo dejo en la puerta del aeroparque metropolitano, pago y se dirigió a embarque, como era su costumbre llego con tiempo de sobra, el vuelo de austral con destino a Córdoba tenia hora de partida a las 15,00 hs. Miro su reloj, recién eran las 12,00 tenia mas de dos horas de tiempo libre así que decidió cruzar la avenida y pasear un rato por la costanera, total todo su equipaje cabía en la mochila ya que este viaje imprevisto no debía durar mas de 2 días. El mail que recibió la noche anterior era escueto y urgente, venite rápido, hay novedades, trata de tomar el primer vuelo de la tarde, te espero en el aeropuerto. Besos.
Como era viernes y su actividad le permitía ciertas libertades de horario, solo tuvo que llamar la compañía aérea, preguntar si había asientos libres, le confirmaron que si y saco pasaje de ida, por algún raro presentimiento no quiso sacar pasaje de ida y vuelta aunque supuestamente el lunes estaría de vuelta en Buenos Aires.
Espero que el semáforo cortara el transito y cruzo la avenida Rafael Obligado, el viento agitaba las ramas de las tipas esparciendo las hojas del incipiente otoño que se negaba a aparecer.
Camino un trecho y se detuvo a mirar el río, generalmente de color marrón, que un iluminado poeta le pareció mejor denominar color de león, aunque nuestro personaje, pensaba en otra comparación mas escatológica en consonancia con la vida que llevaba tanto él, como la ciudad que alguna vez fue denominada la Reina del Plata.
A veces por esas raras combinaciones de luz y sombra el rió cambiaba a los ojos del observador de color y pasaba del gris al azul verde, y fue justamente en uno de sus cambio cuando su mente voló hacia el pasado….se vio el mismo, muchos años atrás, muy cerca de ahí en un lugar que ya no existe mas, el agua llegaba hasta las escalinatas del paseo, mas allá una península de tierra producto de las demoliciones que originaba las nuevas autopista estaba prolongando la dársena de la costanera sur donde una de las mas bellas obras de arte de Lola Mora, se erigía en como una escena del olimpo griego de bellas nereidas y briosos corceles que festejan el nacimiento de la diosa Afrodita.
Una verdadera diosa del amor y la armonía, al igual que la compañera con la que había salido de excursión aquel día y que lo tenía embelesado.
El ruido estridente de una frenada y el posterior bocinazo, lo trajo de nuevo a la realidad. Se sobresalto, porque instantáneamente asocio el recuerdo con el ruido  y descubrió que una lagrima le recorría el rostro, respiro profundo, miro el reloj, sacudió la cabeza y se dirigió nuevamente al puesto de embarque, ya faltaba poco.
Se sentó a esperar el clásico: “ding-dong los pasajeros del vuelo au2528 con destino a la ciudad de Córdoba embarcar por puerta………..

Carmen esa tarde de jueves iba a dar por terminada la jornada, cuando escuchó que en su PC sonaba la entrada de un nuevo mensaje; mientras acomodaba papeles del escritorio, lápices e introducía carpetas en un cajón tuvo la intención de cerrar la máquina y retirarse a descansar a su casa sin más preámbulos pero... el remitente se lo impidió y la curiosidad fue más fuerte: "Vení rápido, es urgente. Te esperamos en el aeropuerto".
Rápidamente comenzó la vorágine de tramitar para el día siguiente un pasaje aéreo.
Por suerte fue fácil, no habría ese fin de semana el consabido fin de semana largo y consiguió un pasaje: ¡ Bien! - se dijo para sus adentros- mientras rauda salía de la oficina para preparar un mínimo equipaje no sin antes despedirse de su jefe con un beso en su pelada y decirle que el viernes no asistiría por un inconveniente de último momento, dejando dibujada en la cara de éste una O en su boca.
El viernes bastante más temprano del horario que le habían indicado telefónicamente al momento de comprar el pasaje, tomó un taxi y se dirigió al aeroparque.
La ciudad ya amenazaba con ser caótica como todos los viernes, demasiado tránsito, demasiado apuro, eternos semáforos, consabido mal humor al que pudo sustraerse disfrutando de la magia del río; no era bello ciertamente pero a ella le gustaba. 
El día era claro y luminoso, el otoño se demoraba perezoso.
Su mochila era liviana, adrede preparó lo mínimo para no tener que despacharla, puesto que sabía que llegando a Córdoba debía dirigirse a otra lugar por quiénes la aguardaban en el aeropuerto.
Los trámites fueron rápidos y se dispuso a esperar la llamada a la puerta de embarque anunciando la partida de su vuelo LAN 5421.
Estaba hojeando un libro que había llevado para la espera y de pronto lo vio.
¿Era él? La espalda ancha, la piel tostada como siempre, sus manos posadas sobre el diario, el gesto arreglándose el cabello...
No podía ser tanta coincidencia, de ninguna manera, se dijo para sus adentros y tranquila, con el corazón aquietado, se dedicó a retomar la lectura comenzada______

A seiscientos kilómetros de distancia de dónde se hallaban Carmen y Fernando, en la capital cordobesa, Laura, la ideóloga de este encuentro, esperaba ansiosa.
Era lógico que lo estuviera: por un lado, hacía mas de quince años que no se veían personalmente, y por otro, sería la anfitriona.
Dos meses antes les había enviado a Fernando y Carmen, un mail, en el que les decía que creía, sería interesante y bonito que se encontraran después de tanto tiempo. A vuelta de correo, días después, recibió para su sorpresa, buena e inmediata acogida a su idea, por parte de ambos. Había acordado con ellos en ese momento, que trataran de no ocupar los siguientes fines de semana ese mes, dado que apenas pudiera ella, acomodar sus tiempos, les enviaría un mail, posiblemente con horas de antelación, para concretarla. Por desgracia, en ese mensaje que les había enviado hacía escasas veinticuatros horas, se le escaparon palabras como “urgente” o “novedades”. Se preguntó si ellos las habían captado o si las habían pasado por alto. Lamentó su extroversión. Ella tenía sus novedades. Y si… eran urgentes. 
Su vida había cambiado hacía exactamente 72 horas. Sin saberlo, un mes antes, la intencionalidad, era una. Hoy, definitivamente, otra.

Laura no tenìa familia. No se había casado. Desde hacía tiempo, sólo tenía un buen trabajo que le permitía un excelente pasar.

La Vida, según creía ella, compensa muchas veces, ciertas “carencias...”
Sin embargo, si Ella le ofreciera hoy, la posibilidad de cambiar su soledad por una vida mas llena de afectos, con gusto daría todo lo que poseía, pero eso solo sucede en los cuentos de hadas y en las historias color rosa. 
En la vida real, cada uno hace lo que puede, con lo que tiene y sabe.
Las opciones, no suelen ser tan maravillosas ni mágicas.
Apenas, probabilidades posibles…  de acuerdo a lo que nos permitimos. 
Y a veces, está mucho mas lejos de eso.
Amigos, amigos, no tenía tampoco. Solo buenos conocidos en el trabajo. Amigos, fueron aquellos que cultivò durante su adolescencia, los que surgieron de esa maravillosa, pero algo oscura época, que representa el secundario. Los que eligió...
Días, donde desde cada abismo del carácter, desde cada falencia de la personalidad se busca desesperadamente el concordar con los pares, se busca el pertenecer a una manada que nos acepte de manera incondicional. Se busca una imagen que sea espejo y que nos muestre el reflejo de lo que se revuelve internamente, pero que no se vislumbra aún. Buscamos la compañía de otros que nos ayuden a descubrirnos, que nos comprendan y escuchen. 
Otros, que nos ayuden a aprender a vivir… en definitiva.  
Encontrarnos y sobrevivirnos es casi, mas importante que respirar. 
Con los años, eso cambia, sin duda. 

Laura no podía olvidar a esas dos personas, que habían formado parte esencial de los buenos y malos momentos, los que se habían compartido desde el mas puro y genuino sentimiento. Y si bien los senderos elegidos por cada uno los habían llevado lejos de su origen, nunca quiso ni pudo, sacarlos de su corazón.
Luego que terminaron sus estudios secundarios en el instituto Sagrado Corazón de María, y mientras cada uno se avocaba en su carrera, los contactos se fueron haciendo mas y mas esporádicos, hasta que casi se diluyeron por completo, a no ser porque Laura se esforzó en que aquello no sucediera. Se mantenía presente en sus vidas, aunque fuera de manera eventual, a través de un escueto mail, un sms o un breve llamado telefónico, el día de sus cumpleaños o para fechas como la Navidad o el Año Nuevo. No obstante, pocas veces, recibía devoluciones de estos detalles, por parte de Carmen y casi nunca de Fernando. Pero a ella le alcanzaba con eso. 
Los conocía demasiado bien. Ninguno de los dos era demasiado efusivo, cuestión que los hacía parcos en la demostración de sentires y afectos. Una, era mas impulsiva que atenta a sutilezas. El otro, era mas retraído que expresivo pero ambos tenìan una cualidad que los hacìa imperdibles: eran leales y profundamente humanos en todo el amplio significado de aquella palabra. Además, ambos eran talentosos aunque de bajo perfil, cosa que ella valoraba profundamente.
Carmen, a poco tiempo de haberse recibido de periodista, tuvo una  excelente propuesta laboral en Buenos Aires . Y por esas cosas del destino o de las elecciones personales permitidas, o quizás por ambas, se marchó de Córdoba, sin pensarlo demasiado. Fernando por su parte, se transformó con los años, en un brillante arquitecto, que encontró también su camino en aquella provincia, haciendo numerosas y grandes obras públicas, que podían verse en documentales o en los noticieros nacionales, de manera frecuente.

Ellos eran constructores, hacedores, como Laura gustaba dividir al mundo. 
Los que hacían y los que observaban. 
Ella misma, se situaba en la segunda categoría. Su trabajo era coordinar viajes en una empresa de turismo al exterior. Un trabajo que de trabajo, a su manera de ver, tenía muy poco. Y que sentía estaba bien hecho, sólo cuando los viajeros habitués de la empresa, acusaban inmenso disfrute a su regreso.  
"Curiosamente"-pensó para sí-, "por una vez, estoy siendo constructora..."

En el último año de secundaria, Carmen y Fernando fueron algo más que sólo amigos. Sin embargo eso no duró demasiado y para su decepción,él no supo apoyarla cuando más lo necesitó. A raíz de eso, Carmen se alejó de Córdoba por un año y cuando regresó puso distancia entre ella y Fernando. Laura comprendía que una ruptura lógicamente causaría algo así. Pero no se imaginaba lo que acababa de descubrir, cuál era la causa de ese alejamiento. Esa causa se presentó ante su puerta hace 72 hs, su nombre es Abigail, tiene 22 años y vino en busca de respuestas.
Abigail le explicó que haciendo averiguaciones llegó hasta ella. "Según me informaron mi madre es amiga suya o lo era", le comentó.
Después de una larga e intensa conversación, Laura decidió contactar a sus amigos urgentemente. "Las casualidades no existen", se dijo para sí misma. Y si era cierto, lo mejor era ayudarlos a reparar su error. Ignorando los motivos que hayan tenido para cometer semejante locura de dar en adopción un hijo, lo único que imaginada es que esos motivos deben haber sido muy grandes.
Abigail creció con una familia muy amorosa que le dio todo, jamás le faltó dinero ni cariño. Fue muy duro para ella el aceptar que no eran sus verdaderos padres y decidió alejarse de ellos un tiempo. Más tarde comprendió lo importante que eran sus padres adoptivos en su vida y regresó. Un trago amargo le quedó en la boca desde entonces y entendió que necesitaba saber por que? Y se encaminó en la búsqueda de sus padres biológicos.
Sólo pudo obtener información de su madre y la dirección de su casa en Córdoba pero allí ya no vivía nadie de la familia. Preguntando por el nombre de Carmen que era sólo lo que tenía, además de su dirección, encontró a Laura, quien no dudó en abrirle las puertas de su casa.

La voz de los parlantes sonó después del ding, dong, característico, pasajeros del vuelo au 2528, con destino a la ciudad de Córdoba, abordar por puesta 5….. Todos los que estaban desparramados por el hall del aeropuerto, se empezaron a dirigir hacia la puerta 5, donde las circunstancias los iban a aglutinar durante las próximas 2hs., no es que el viaje en si fuera tan largo, en realidad no tarda mas de 40 minutos, pero entre desplazamientos, equipajes y rutinas varias, desde que uno sale hasta que llega son casi dos horas completas.
Como de costumbre se empezó a hacer la cola para pasar los equipajes de mano, por los escáner, para evitar sorpresas delictuales, muy comunes en otra época como atentados y secuestros, pero desde el ataque a las torres gemelas de Nueva York, en todos los aeropuertos, aun los de cabotaje las medidas de seguridad eran extremas.
En esa cola se mezclaban turistas, empresarios, viajantes, algún que otro deportista, y empleados de buen pasar, que mas de uno se dirigía a su ciudad a visitar a sus parientes, entre estos últimos estaban Carmen y Fernando que no tenían ni idea cual era el motivo de la convocatoria con tanta urgencia ni menos del rumbo que iban a tomar los acontecimientos.
Alberto estaba en el sanitario, cuando escucho el ding, dong, siempre me pasa lo mismo mascullo, me quedo esperando a que suene el maldito timbre y siempre me pasa justo cuando a mi vejiga, da ganas de llamar la atención, y lanzo una de sus clásicas maldiciones. Fue el ultimo en abordar el transporte tipo ómnibus, que traslada los pasajeros al avión aunque solo sean 60 metros, ridículo y que se presta a ser interpretado como algún curro de alguien muy arriba en la escala dirigencial del aeropuerto, mientras Alberto estaba con esto pensamiento la unidad ya se había estacionado al costado del avión, y los pasajeros pasaron de un vehiculo a otro. Una sonrisa calidad le pregunto, baja o no se anima a subir…..Alberto la miro con furia y se encontró con los ojos de Carmen, que picaronamente lo miraba…..Pase, pase, si esta apurada, igual si yo no subo el avión no despega, le contesto con ironía. Carmen se dio vuelta bajo los escalones, volvió a mirar para atrás y le dijo: - nos vemos arriba…- y fue en ese momento cuando justo detrás de Alberto estaba Fernando, el cual no la reconoció, si el vio algo familiar, pero no le dio demasiada importancia.
Alberto se quedo mirando el avión y dado que este tenía dos escaleras, se fue directamente a la más vacía, que era la que esta debajo de la cola del mismo…..gran error, su asiento era de los primeros. Así que cuando subió no le quedo otro que incomodar a todos los que habían subido por la parte delantera los cuales mas de uno lo insulto por lo bajo. Al destino a veces le gusta jugar a los dados con los pobres mortales y enredar las cosas de tal forma que ni el mejor libreto de autor puede imaginar, y aquí si que se esmero en complicar todo.
-Otra vez Ud.!!    Si,  veo que no tengo alternativa,  y como paracaídas no tengo, no podré saltar del avión en vuelo… Carmen lo miro, se rió y le dijo, mi nombre es Carmen y Ud.   Alberto, futuro paracaidista….dijo esto con su acostumbrada ironía y se sentó sin mas y se sumergió en sus pensamientos.
Señores pasajeros…empezó la cantinela de la azafata para dar inicio al vuelo, repetida en ingles aun si todos los pasajeros vinieran de la villa 31 de retiro.
El avión empezó a carretear tomar impulso, rugir como león y lentamente levantar la nariz…., y en un amplio giro sobre el río de la plata enfilo rumbo al noroeste…. Cuando llego a la altura de navegación correcta…se prendió el cartel de soltar los cinturones al mismo tiempo que la azafata lo decía por el altavoz y como corresponde…otra vez en ingles……
Alberto  no pudo con su genio y recordado el escueto dialogo del ómnibus, dirigiéndose a Carmen le dijo: bueno ya, estamos arriba, me ve, tiene algo que decir….y se quedo mirándola…
Carmen se sorprendió, porque si esta era una nueva forma de abordaje, era de lo mas curiosa, y si no realmente era alguien para tener cuidado….tal vez su semblante algo denuncio, porque Alberto lo noto enseguida, y cambiando el tono de voz, no se asuste, no estoy ni loco no soy un violador serial, solo que estos vuelos de urgencia me altera un poco.
Perdón dijo, Carmen, vuelo de urgencia. Intuyendo algo más….Si, un familiar me dijo que viajara urgente que había novedades, pero no me dijo cuales….Que casualidad dijo Carmen, casi me pasa lo mismo, es decir me llamaron de urgencia, pero no es un familiar sino una vieja amiga que no veo hacer muchos años…
Bueno al menos tenemos algo en común…..el viaje de urgencia….vaya uno a saber cual es el motivo, aunque en mi caso dijo Alberto, si el que llama es un familiar, a mi edad es casi seguro que alguien o se murió o esta a punto de hacerlo….espero que su caso dada su juventud sea un casamiento……
Carmen lo miro….pero si Ud., no es mucho mayor que yo,  Alberto le contesto gracias, muy amable, tengo mas años de los que aparento y a esta altura, normalmente me convocan para velorios o bodas de plata y casi seguro de oro……en fin cada uno vive la vida como quiere y le gusta, solo que muchos luego reniegan de sus propias decisiones……y diciendo esto bajo la cabeza y se quedo en silencio.
Carmen se quedo también callada con la frase del final, era cierto ella también alguna vez tomo decisiones que a veces lamentaba…..
Seis hileras mas atrás de los lugares que ocupaban Carmen y Alberto, Fernando se preguntaba porque el apuro de Laura, si bien el había estado de acuerdo con volver a encontrarse tanto con ella como con Carmen, no entendía la urgencia……..pero como buen arquitecto lo importante eran los desafíos, y esta incógnita era uno de ellos, aunque aun no lo sabia, pero ya había empezado con el pie izquierdo, al no reconocer a Carmen cuando sus miradas se cruzaron….

Otras vez el ding, dong, y otra vez el Señores pasajeros abróchense los cinturones que vamos a aterrizar en el aeropuerto de Pajas Blancas en la ciudad de Córdoba…

Carmen no tenía muchas ganas de conversar con el compañero que le había tocado en suerte pero era educada y bastante sociable debido a su tarea como periodista en una revista bastante importante.
Antes de embarcar y mientras intentaba comprarle un libro a Laura como obsequio, había recibido un SMS de su jefe:
"Te perdono el faltazo siempre y cuando logres una buena entrevista para publicar antes del cierre".
En realidad la compra del libro para Laura era más que nada una excusa para desaparecer de la vista de ése personaje que había visualizado unas sillas más adelante de la que ella ocupaba.
Verlo a Federico le causaba cierto escozor, se habían relacionado un corto tiempo pero como ambos compartían la profesión, la competencia se tornó insoportable; Federico era en extremo egocéntrico,  obsesivo,en fin, incalificable para poder realizar un trabajo en conjunto. Por suerte, la competencia le había realizado una oferta increíble y él sin más la aceptó, dándole un portazo al que ella consideraba su "adorable" jefe y más tarde la relación se fue deshilachando y a ella le quedó un resto de bronca, dolor, cosas que aún no podía acomodar en su corazón definitivamente.
Quizás Laura, la ubicada Laura pudiera definir lo que ella sentía y darle una palabra. Por suerte, y debido a la neurosis de Federico no llegaron a convivir; Carmen pensaba que éso fue lo mejor de la relación porque de haberlo hecho seguramente hubiese terminado en el neuropsiquiátrico.
Realmente, no supo en qué lugar se metió Federico porque cuando terminó de comprar el libro ya llamaban a embarcar. Probablemente estaría esperando algún arribo y quizás fuese alguien importante como para entrevistar, vaya a saber, porque no vio fotógrafos acompañándolo. Se dijo para sus adentros que quizás fuese mejor que no viera si era persona a entrevistar o persona especial a la que él esperaba. Quizás ésto último le hubiese dolido. Se lo preguntó otra vez:¿ Le hubiese dolido?
Ya tenía al pelmazo de su compañero de asiento, ese tal Alberto, que no la dejaba pensar tranquila, con el que se empeñaba en ser amable y el tipejo se descargaba con que no "era un violador serial" y bla-bla mientras ella trataba de pensar en Laura, en los motivos de su mail, en su urgencia. La sensata Laura... ¿ Qué estaría  pasando en su vida?
Sentía un profundo cariño por Laura y lamentaba no estar cerca de sus éxitos. Habían soñado con realizar viajes exóticos, con tantas cosas!
Por fin se verían luego de 15 años, el tiempo les sería corto para hablar todas las cosas que tenían para contarse!
Ya la azafata estaba anunciando el arriba al Aeropuerto Internacional Ing. Ambrosio Taravella, la recomendación de no olvidar objetos personales y notificando que los recibía una tarde de 24º.
Carmen se aseguró de tener la piedra de amatista violeta que guardaba en el bolsillo de la campera para Laura y tratando de ser irónica con su compañero y a modo de saludo le dijo: 
"Alberto, no se olvide su paraguas ni las galochas"."Buena estadía y que lo suyo no se convierta en velatario y entierro"---------------------------------

Desde el momento en que Laura despidiò a Abigail unos dìas atràs, con la promesa de novedades al respecto, supo que su vida habìa cambiado. 
Las ideas que intentaban aclarar lo sucedido hacìa tantos años atràs, no dejaban de martillar su mente. Sus emociones, buscaban una salida, como aquel, que sumido en una caverna oscura, busca desesperadamente la claridad de la superficie, sin hallarla. 
Mientras se dirigìa al aeropuerto para recibir a sus amigos, no podìa dejar de pensar en Abigail. 
Ella no solo representaba una sorpresa para todos, sino que era la prueba contundente de que las acciones personales, tienen consecuencias palpables, definitivas. Actos que a la larga o la corta, transmutan en una nueva red, densa y compleja de nuevos hechos de naturaleza imprevisible, sean solo reacciones o como en este caso, mucho mas que eso o todo eso junto...
La muchacha era muy agradable, simpàtica. Sus facciones eran suaves, armoniosas. Su aspecto era vivaz pero amable. Le cayò bien de entrada. Cuando le contò el motivo de su visita, fuè imposible no invitarla a entrar y convidarla con un cafè. Su manera de hablar, sus modos, denotaban educaciòn, si bien habìa mucho nerviosismo en sus palabras. Y si bien ella, quedò atònita luego de escucharla, intentò no demostrarlo demasiado, para no hacerle mas difìcil el momento. 
Para ambas, esta era una situaciòn muy incòmoda, complicada. 
Cuando Laura regresò al living con dos tazas humeantes de cafè y unas galletitas de chocolate, le preguntò un poco de su vida, intentando ser amable sin quedar como entrometida, aunque al fin y al cabo, se dijo, era natural querer saber un poco mas de alguien que se presenta con semejante dilema a su puerta. Abigail, le manifestò que al año siguiente de dejar el secundario, se inscribiò en la carrera de Enfermerìa, la cual le abriò las puertas para su trabajo actual. Le contò tambien que sus padres adoptivos, eran gente humilde pero de bien que siempre le habìan dado su apoyo en todo. Pero le ocultaron su pasado, hasta que ella encontrò, solo hacìa un par de años atràs, un documento de un instituto de adopciòn a su nombre. Al confrontarlos, supo la verdad y desde ese momento, le dijo a Laura, se habìa centrado en la bùsqueda de sus familiares biològicos. Sin embargo, se cuidò muy bien de no decirle nada sobre su estadìa en un centro siquiàtrico, desde los catorce por trastornos de la personalidad. Ni de sus antecedentes penales. 
Laura por su parte, le contò que en breve se reunirìa con ella y con otros amigos de la secundaria. No quiso sin embargo, darle una fecha. Siguiò su intuiciòn, que casi nunca le fallaba. Estaba convencida que debìa hablar claramente con ellos antes de enfrentarlos a esta engorrosa situaciòn. 
Al despedirla, le dijo que la tendrìa al tanto. Le diò su nùmero de celular para que la llamara cuando quisiera pero que serìa ella, quien le confirmarìa cuando se producirìa ese encuentro. Abigail no quedò demasiado conforme con esa actitud. Fuè obvio que estaba decepcionada. Ella sin duda, querìa el propio celular de Carmen. 
Luego de un incòmodo silencio, Abigail le preguntò con falsa tristeza antes de marcharse:
-Desconfìa de mì, señora?
-No, solo que me parece que ciertas cosas ameritan un tiempo de reflexiòn...-le respondiò una Laura mas preocupada que convincente.
El taxi ingresò en el aeropuerto. El corazòn le latìa con ansiedad, podìa sentirlo. Nadie mas que ella, sabìa de todo este entuerto. Y la verdad, no tenìa idea de como lo plantearìa. Por otra parte, le habìa mentido a Abigail. Tenìa dudas. Las suficientes como para querer despejarlas antes de generar el caos y la confusiòn entre sus amigos. Pero lamentablemente, no tenìa nada de tiempo. Ellos estaban aquì. No serìa posible averiguar nada en solo 24 horas. Tendrìa que tirar la granada...
Avanzò entre la gente con aspecto decidido, buscando con la mirada a sus amigos, que aùn estaban en el aviòn, listos para desembarcar.
 
En otro lugar de la ciudad, Abigail, acariciaba el lomo de un Pink Lady, fantaseando en como impartirìa justicia despues de tantos años. No habìa perdonado tal abandono nunca y pronto, ella harìa caer esa espada de Damocles sobre los responsables.

Los ojos empañados de Abigail parecían mirar a través de la ventana del hotel donde se hospedaba. Sin embargo,no veía aquel hermoso atardecer que pintaba el cielo de colores aquella hermosa tarde. Su mente estaba en otro tiempo y lugar en ese momento. Invadida por una cegadora sed de venganza, imaginaba el instante en que conocería a su madre y todo lo que pensaba hacer con ella. Ideaba una y otra manera de hacerle sentir el profundo deprecio que le tenía, el odio tan grande que oscurecia su corazón. Y es que desde que supo la triste verdad, que había sido abandonada, depreciada, arrojada al olvido por quien le dio la vida. Sólo pudo odiar a esa mujer con todas sus fuerzas."¿Cómo pudo dejarme sola? ¿Cómo puede alguien abandonar a su hijo tan pequeño, tan indefenso?" Se preguntaba una y otra vez en voz alta. Para ella, Carmen era culpable de toda su miseria. Era la causante de su depresión costante, de sus ataques de ira desmedida, de sus problemas para socializar, de sus más arraigados traumas."Todo es su culpa!!!" Se repetía a si misma.
Toda su vida fue difícil, nunca entendió por qué era todo tan complicado para ella. Sufría de depresión y de cambios de humor constantes. Además de otras cosas. No podía evitar lastimarse a si misma cuando todo se salía de su control. Justamente por eso siempre usaba camisetas de mangas largas que ocultaran los cortes de sus brazos.
Toda una personalidad complicada. Y aunque poco tenga que ver su desgracia con Carmen. Ella estaba dispuesta a hacerla pagar por ello.

Una vez que el avión se detuvo en la pista, y el comandante anuncio el arribo a la ciudad de Córdoba, Alberto se despidió de Carmen con un simple, adios señora, fue un placer compartir el vuelo con Ud., al menos por una vez me acompaño un ángel.....y le dirigió una irónica sonrisa, a la cual Carmen no pudo menos que sonreír.
Alberto se dirigió al hall central del aeropuerto en busca de su interlocutor el cual brillaba por su ausencia, miro en todas direcciones y no vio ningún rostro conocido....acostumbrado a esperar y a plantones imprevistos, se sentó a ver como discurrían los minutos y que nuevas perspectivas le podrían ocurrir...  estando en esta cavilaciones observo que su compañera de vuelo, se encontraba con otra mujer y lo que alguna vez vio en una vieja película ahora era pura realidad, una mezcla de risas y llantos simultáneos en medio de abrazos y caricias que parecían nunca tener fin....este espectáculo le llamo la atención de tal forma  que se concentro en descifrar lo que estaba viendo....había dos posibilidades, tal vez tres....familiares que hace rato que no se veían, viejos amigos de otros tiempos y por que no una pareja atípica, total estaba tan de moda que a nadie sorprendería, solo aquellos anclados en el pasado, donde no existían los grises, solo lo blanco y lo negro, lo dulce y lo amargo, el bien y el mal, el hombre y la mujer etc, etc, etc,......este ultimo pensamiento fue cortado cuando descubrió que habia un tercer personaje en escena y que estaba entre absorto, sorprendido y paralizado viendo aquella unión de seres que hace tiempo que se encontraban separados y que por capricho del destino los volvió a unir.....claro esto eran suposiciones, porque lo que Alberto ignoraba por el momento que había una iniciadora de este encuentro y que su nombre era Laura. 
Esa en medio de la alegría de volver a abrazar a Carmen, pudo observar que Fernando también estaba ahí, pero que dubitativo no sabia que hacer, por lo tanto ella tomo la iniciativa y dirigiéndose a el, exclamo Fernando!!! ¡ viniste!, que alegría también volver a encontrarte.....Fernando solo atino a decir en forma interrogativa ¿Laura?  ¿eres vos?..  Si por su puesto, han pasado los años pero igual te reconocí, pero parece que tu no, verdad.......era tal verdad que Fernando tampoco se haba percatado de Carmen, de hecho ni siquiera la conoció, lo cual amen de una sorpresa para la misma Carmen, también disparo el viejo rencor que sentía por el, en los momentos que mas lo había necesitado y el, en el mejor arquetipo del macho triunfante se había esfumado como un genio haciéndose humo como un genio de la lampara...Carmen pensó que aquel trago amargo ya había sido olvidado, pero la situación actual, solo hizo que se reavivara como un viejo fuego azuzado por el viento, sin embargo Carmen padecía del trágico cuadro de la memoria congelada, que deja grabada una situación en tal forma, que consciente mente no se percata que le tiempo pasa y las personas cambian tanto interiormente como exteriormente y en esto ultimo, la metamorfosis de Carmen era absoluta, no quedaba nada de aquella tímida y a la vez vivaz adolescente que creía que el mundo era todo rosa y carmín y que solo los viejos eran malos y corruptos, no los jóvenes como ella y Fernando que soñaban con ideales y que la luna estaba al alcance de la mano.  La realidad, la pura y dura realidad le dio un golpe tan brutal, que aquella niña había muerto hace años y ahora era una loba dispuesta a luchar hasta las ultimas consecuencias para lograr sus objetivos, solo que no sabia que de la panza de los lobos no nacen ovejas, sino simplemente otros lobos con la misma sed de independencia y venganza, en especial cuando se abandona a su cría. 
Laura ajena a todo esto, no sabia la tormenta que se iba a desatar y que ella por su parte si bien no fue su intención inicial su idea y la repentina aparicion de Abigail, solo podía aportar mas leña al fuego de un incendio de imprecisas y devastadoras consecuencias.
Todo esto que acontencio en un lapso de escaso 20 minutos fueron atentamene observados por Alberto, que habiendose levantado estaba a menos de 10 mentros de nuestros protagonistas....Laura despues de abrazar a Fernando se quedo esperando alguna respuesta apropiada, solo que Fernando dando muestras de un desconocimiento absoluto de la siltuacion, y en un total alarde de ignorancia supina, no tuvo mejor idea que preguntar a Laura quien era tan bella compañera, lo lleno de asombro no solo a Laura sin a Carmen tambien.....Laura recomponiendose le dijo....vaya, vaya, me doy cuenta que el tiempo ha hecho que tu memoria no funciones adecuadamente ya que no has reconocida a Carmen.....no había terminado de pronunciar Carmen cuando el rostro de Fernando se convirtió en un prisma de colores capaz de competir con la paleta del arco iris luego que sol, sale detrás de la tormenta....su semblante paso del rojo fuego, al índigo para terminar en un pálido blanco sepulcro y tartamudear   Carmen .......¿eres vos?   Al ver esa tensa situación Laura dijo.....¿nos tomamos un foto para recordar el momento.....si, si claro respondieron al unisono los convocados......Señor, seria tan amable de tomarnos una foto.....si como no contesto Alberto.....y dijo....por un ángel como la señora que la acompaña, sin ningún problema...Carmen al verlo pensó....otra vez este plomo....pero el comentario la desarmo, solo atino a decir   Gracias.

Alberto disparo el obturador de la cámara y se las entrego y sin que se dieran cuenta también disparo la cámara de su teléfono celular, su instinto de decía que así debía ser y no le había errado.

Mientras nuestros tres protagonistas se retiraban, Alberto sintió que le tocaban el hombro.....Hola Alberto, disculpa la tardanza, pero el trafico esta infernal...vamos que en el auto te cuento lo que hemos averiguado...  Alberto siguió a su antiguo camarada de aventuras e investigación y mientras se dirigían al centro de la ciudad de Córdoba le comento.....hace unas semanas nos llego la información que una adolescente internada en un psiquiátrico cuando entraba en trance, se la pasaba repitiendo   Raul,,,,,deja la visa en la bóveda, el ala es de Mirian y el Barón la quiere bajo tierra....y repetía una y otro vez esto, lo cual llamo la atención de mas de un medico y en un comentario a uno de nuestros escuchas no tardaron mucho en descifrar el mensaje....Parece que tenemos una pista....a la joven le dieron de alta, tuvo problemas con la policía, sabemos que fue criada por gente que no son sus padres biológicos y que su nombre es Abigail.......Alberto tomo nota de todo lo que le comentaban y lo único que tenia claro por el momento que estaban de vuelta tras la pista del famoso tesoro oculto de escritor maldito de la argentina  Raul Baron Biza, del monumento en forma de Ala, que esta en Alta Gracia y que fue erigido en memoria de su primera esposa, la aviadora Myrian Stefforf, que falleció tragicamente al estrellarse su avión............la pregunta es ¿donde estará Abigail ahora?



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que pase el que sigue

Para Carmen este arribo al aeropuerto de Córdoba había traído consecuencias emocionales variadas: una amalgama de recuerdos de su adolescencia al sobrevolar la ciudad, el tierno y emocionado encuentro con Laura y al cual se le había sumado la presencia de Fernando. Esto era demasiado para ella; no pudo menos que sonrojarse no sabía que si de bronca por los comentarios, si de tristeza...
Encima su compañero de vuelo! Parecía haberse eternizado hasta en el encuentro con Laura y Fernando.
Ella con su experiencia en periodismo se dio cuenta que este misterioso compañero de vuelo también había utilizado su celular para tomar una fotografía para "su propio archivo" ?, se preguntó para su fuero íntimo.
Quién era en realidad este ignoto señor? No registraba  su cara y ni ningún comentario que le hiciera durante el vuelo, le recordaban a alguien en especial o conocido por alguna actividad. Tan solo fue irónico con los comentarios y ella le había respondido casi con cierta mala educación al despedirse de él al descender del avión.
Laura previsora tenía un taxi aguardándolos y rápidamente emprendieron el camino que los llevaría al destino que sólo su amiga conocía; ella se había sentado adelante con el taxista y en el asiento de atrás iban Carmen y Fernando, tratando de contestar encimándose en las respuestas ante las preguntas de Laura sobre el vuelo y en consideraciones del viaje, el estado del tiempo, de salud, trivialidades pero el corazón de Carmen galopaba sin cesar.
Y de pronto, un gran golpe en el paragolpes de atrás del auto le hizo sentir que junto con el corazón perdería la cabeza.
El taxista que los conducía, rápidamente estacionó sobre el costado de la ruta y se bajó furioso a increpar a quién lo había chocado de manera tan fuerte, si él no iba ligero y atento al camino ya que con el arribo de diversas líneas se hacía congestionado y pesado.
Carmen se tomaba la cabeza, al igual que Laura que había golpeado con el hombro la torpedera del auto ya que estaba inclinada hacia sus amigos conversando con ellos animadamente, Fernando cerraba los ojos y apretaba la mandíbula en un gesto de dolor intenso.
Quién los había chocado no era otro que el conductor de Alberto que en acalorada conversación se distrajeron por el camino hasta que sintieron el terrible golpazo, con rotura de ópticas y estaban prácticamente encastrados en el taxi.
Los conductores de ambos vehículos habían comenzado a hablar, primero acaloradamente, Laura, se había bajado tomándose el brazo con intenciones de calmar al taxista el cual  regresaba rápidamente a buscar sus papeles en la gaveta del auto.
Carmen giró como pudo la cabeza y se la volvió a tomar: "Ah! No y no! Otra vez ese personaje"
-Quién es? Preguntó Fernando.
-Un plomo Fer, un plomo... Y diciendo esto también ella se bajó del vehículo, no tenía ganas de conversar con Fernando, tenía muchas ganas de increpar a su compañero de vuelo y no precisamente en términos periodísticos-
- Señor, señor...
-Alberto Díaz, srta, y Ud?
- Carmen Ana Pardo, periodista de Perfil.
Dígame sr Díaz, se puede ser tan pero tan... pánfilo que no veían que otro vehículo iba delante de Uds?
- Mire, Carmen veníamos hablando de un tema cautivante, precisamente de Raúl Carlos Barón Biza y el tesoro que se guarda...
Sr. Díaz Ud atrasa terriblemente, perdóneme, pero sabe las veces que han saqueado donde supuestamente estaban las alhajas de su primera esposa? Yo que Ud., comenzaría por explicarme en qué va a usar la fotografía que tomó en su celular de nosotros, el grupo que...
Dicho esto Carmen sintió una gran puntada en la cabeza que le impidió continuar hablando, detrás de ella estaba Fernando y antes de  lanzar una serie de malas palabras prefirió regresar al auto, Laura ya estaba en él, los conductores intercambiaban datos en armonía y con compostura y la cola de autos, bocinazos detrás de ellos era infernal______________________________________________

Jorge, el taxista, subió al coche y luego de un profundo suspiro, se dio la vuelta, para preguntarles a todos si estaban bien. Carmen y Fernando, respondieron rápida aunque cansadamente. Laura en cambio, no lo hizo. No solo tenía la mirada perdida, sino que su semblante estaba extremadamente pálido, como si fuera a desmayarse. El muchacho, ex estudiante de medicina, se preocupó. Podía ser que la mujer simplemente estuviera aún shockeada o que además, se hubiera golpeado la cabeza. En el momento del accidente, ella estaba mal sentada, dado que iba con el codo apoyado en el asiento, mirando hacia atrás, charlando con sus amigos. Si bien tenía el cinturón puesto, era evidente, que le quedaba muy holgado, podía verlo. Hacìa unos instantes, se había bajado del automóvil, aparentemente bien, sin embargo ahora, su aspecto era preocupante. Reiterò su pregunta, esta vez, dirigida solo a ella, pero tampoco respondió. Permanecía inmóvil, y tampoco estaba en condiciones de articular palabra alguna. 
El cimbronazo había sido grande. El mismo tenía un fuerte dolor de cabeza. Sin consultarles, les dijo que lo mejor sería ir hasta el Hospital de Urgencias, para que algún médico los evaluara, a lo que Fernando respondió asintiendo levemente, mientras Carmen le preguntò si quedaba lejos. Ninguno de los dos, se dio cuenta que Laura no estaba bien, quizás porque ellos mismos, aún estaban conmocionados por lo imprevisto del accidente. Carmen seguía pensando en su pesado acompañante de vuelo y el extraño comportamiento que tuvo en tan poco tiempo. Fernando, no podía creer que esto les estuviera pasando a pocas horas de arribar.  
El taxista le preguntó a Carmen, como se llamaba su amiga.
-Laura, se llama Laura- respondió Carmen con extrañeza. 
-Laura, está Ud bien?-le preguntó Jorge
Ante el silencio de ella, Carmen, le tocò el hombro:
-Laura… Laura… -y agregó, ya con nerviosismo- Falta mucho…?
Cuando llegaron, Jorge subió la rampa destinada a las ambulancias y se bajó rápidamente del  vehículo,  para luego entrar y dirigirse a la recepcionista, explicándole brevemente, la situación. La mujer le indicó que hablara con una doctora que estaba frente a un cubículo de atención médica, hablando por teléfono. 
En ese momento, entraban por la  puerta de la guardia, Carmen y Fernando, ayudando a Laura, quien parecía caminar con dificultad. La doctora, les indicó que pasaran al pequeño consultorio. mientras el taxista, se acercó a la màquina expendedora de café y se sirvió uno, mientras trataba de comunicarse con su empresa, para informar el daño sufrido.
Sofía, la doctora, les preguntò que había sucedido, mientras ellos sentaban a Laura en la camilla. Ambos, le explicaron, cada cual desde su perspectiva, como había sido el accidente. Sofía, no solo estaba escuchando la historia. Estaba evaluándoles tambien a ellos. Se dio cuenta que ninguno de los dos, ameritaba preocupaciòn, al menos por ahora, y que mas allá del susto, estaban bien por lo que se dedicó de lleno a revisar a Laura. Notò que sus pupilas estaban mas dilatadas de lo normal y que temblaba. Intentó hacerle un par de preguntas, pero al ver que no respondía, la hizo recostar, boca arriba y le hizo flexionar las piernas para que, si estaba en estado de shock, tuvieran mas irrigación la cabeza y el corazón. Luego, se asomò al pasillo y llamó una enfermera para que le tomara la presión y la temperatura. Mientras, por telèfono, pidió una placa de cabeza y cuello para ambos, dado que Fernando tenía ya algo hinchada la mandíbula y Carmen, movìa su la suya hacia un hombro y hacia el otro, como tratando de acomodarla.
La enfermera dijo que Laura estaba con la presión un poco baja y que la temperatura, estaba dentro de lo normal, para el caso. La doctora les dijo que fueran a hacerse la radiografía mientras su amiga, quedarìa en observación un rato mas. 
Apenas salieron, le dijo a la enfermera:
-Hay que hacerle una tomografía.  Pedile al Rafa que se la haga ahora. No me gusta como está… Puede que sea solo el shock o que haya algo mas.
Con presteza, un camillero y la enfermera, llevaron a Laura a la sala de tomografías, mientras Sofìa les seguía, a unos metros de distancia, consultando el reloj.

Jorge se quedó esperando en la sala de recepción. No se marcharìa de allí sin saber el estado de sus pasajeros. Incluso, les darìa una tarjeta para que se comunicaran con la compañía en caso de que el seguro debiera cubrir algo mas. 
Grande fué su sorpresa, al ver ingresar en el hospital a quien hacìa instantes acababa de conocer de manera tan poco grata.
Alberto Díaz, se dirigía hacia él…

El brusco golpe del auto, le corto la conversación con su interlocutor, y a su vez le produjo una dislea momentánea.....se quedo pensando unos segundos que hacia ahí, donde estaba...lentamente mientras veía sin mirar, como algunas personas bajaban del auto de adelante y los conductores discutían, tubo un instante de ensoñación y vio como en las películas pasar su vida por delante, en cuestión de segundos volvió a ver a sus padres, a su novia, a su esposa, pero con la particularidad que todos les sonrían dentro de ataúdes abiertos, y había un cuarto vació, donde estaba escrito su nombre.... los espiritus o fantasma o su propia traicionera mente, le hablaban, ven, ven con nosotros, deja de sufrir, volveremos a encontrarnos después de tanto tiempo........parecia que Rosa le tendia la mano y le decia ven....y le tocaba el hombro, le parecio escuchar....¡Alberto!! ¡Alberto!! ¿estas bien?   inmediatamente sacudió rápidamente la cabeza y los fantasmas desaparecieron....si contesto, algo aturdido, pero bien....Estas muy palido, le dijo su amigo, mira por suerte el hospital esta aqui cerca, ve que te atiendan....bueno..intentare salir....pero che....la puerta no abre......y era asi, a consecuencia del golpe que si bien no fue muy fuerte, pero el vehiculo no era precisamente un cero kilometro su estructura salio de cuadro y las puerta del acompañante se trabo.......no le quedo otra que bajar la ventanilla y emulando su juventud, salir por ese lugar.....lo logro, le costo pero lo logro y con una mezcla de vanalidad superadora...sonrio para si mismo....todavia puedo hacerlo......

Mientras caminaba hasta el hospital, se empezó a preguntar que mensaje tendría su reciente fantasía....¿estaría a final de su camino? o era una forma de decirle, que abandonara su estilo de vida y su remordimiento, amen de su sed en busca que quimeras, muchas de ellas ya perimidas....tal vez era un mensaje para una nueva oportunidad, una nueva vida ajena a todo lo visto y conocido hasta el momento, pero bueno, donde empezar, su capital no era por cierto muy grande y su trabajo de investigador tampoco le redituaba mucho, ademas de ellos, que sabia hacer....casi nada....solo buscar, imitar, camuflarse, tomar notas y mas notas y llevar un registro de todo y cada uno de los trabajos encomendados, algunos con final feliz, otros con final abierto y muchos con noticias que no querrían haber  escuchado......
En fin, tal vez su amigo y antiguo camarada le tirara alguna lineas, bueno de hecho ya lo había hecho cuando lo llamo porque tenia datos de algunas supuestas pistas nuevas que lo llevaran al tesoro perdido.....aunque después de su visión, esto ya no le interesaba tanto.
Cuando cruzo la puerta de entrada de hospital, vio nuevamente a su compañera de vuelo y la expresión de disgusto que a ella le causo....solo quiso ser amable y pregunto, perdón están Uds. todos bien?   Por su culpa no, le respondieron.....bueno al menos Uds. no manejaba.....Alberto suspiro...y solo dijo....no puedo hacer nada por remediarlo, y de haberlo sabido jamas hubiera subido al avion....me habria quedado en Buenos Aires a rumiar mi vida, y mientras esto decía bajo tanto la vista como la voz, llegado casi a ser inaudible.
Ah, esta aca, le dijo su amigo cuando lo alcanzo....vamos que te llevo a la guardia, tu cara no me gusta como esta.....bueno a mi tampoco, contesto Alberto con su acostumbrada ironía....y ambos se dirigieron sin mas a la sala de guardia

Un momentito Sr. Alberto, llamó Carmen a la pareja de amigos, que sin dudarlo, se dirigían a la guardia.
Los amigos, detuvieron la marcha que habían tomado por un pasillo lateral.
A Ud., no le gustará su cara ni a mí, pero nosotros (hizo un gesto que incluía al mudo Fernando), a raíz de la colisión provocada por irresponsabilidad de SU amigo, tenemos a Laura en shock y en este momento, le están tomando una tomografía.
Yo les pediría que se queden resposablemente (lo dijo casi rechinando los dientes) y esperemos el resultado de la misma y comentarios de los médicos.
Además, Sr Alberto Ud me debe una explicación; una explicación de por qué razones nos tomó una fotografía cuando nos encontramos, luego de desembarcar. Somos personas decentes y de trabajo, no debemos darle ninguna explicación, me parece!
Al observarlo a Alberto tan alicaído y pálido, tan sin palabras y todo tan confuso, que sin haberlo esperado, se echó a llorar.
Fernando pareció recobrar la sangre del cuerpo, tener un poco de vida y la abrazó para tratar de consolarla.
Carmen se deshizo del abrazo de Fernando y volvió a arremeter contra el pobre Alberto.
Vaya, vaya a atenderse, pero le ruego que luego se reúna con nosotros porque le aseguro, que si le pasa algo a nuestra amiga Laura, usted... e hizo un ademán como de que le iba a cortar el cuello.
De pronto, su teléfono comenzó a vibrar en el bolsillo de su campera.
Miró la pantalla y era su jefe; el pelado querido pero que esta vez no le iba a perdonar tan fácil el abandono de la tarea sin alguna nota, tal se lo hizo saber al partir.
Lo escuchó atentamente luego del consabido "Hola Jefe" llena de mocos y con la voz, tomada por el llanto.
Solo alcanzó a decir: 
Lo llamo más tarde, tuvimos un accidente.
Y sin más explicaciones cortó porque vio a Sofía, la doctora, que salía de la sala de tomografías-----------------------------------------------------------------------------------

El grupo formado por el taxista, Alberto y su acompañante, Fernando y ella, guardò  silencio al ver a Sofìa. Ella acababa de salir de la sala del tomogràfo , con un sobre color madera en su mano. Cuando se  acercó a ellos les dijo:
-Ella ha normalizado por estas horas, su tensión arterial y su temperatura. La tomografía no dà indicios de hemorragias ni de nada que haga sospechar que algo anda mal. De cualquier manera, deberá quedarse en observación hasta mañana, a ver como evoluciona. Doce horas, es lo de rutina en estos casos. Alguno de ustedes, es familiar?
-No, Laura no tiene familia. Fernando y yo, somos sus amigos-dijo Carmen.
-Usted es Carmen?
-Si
-Venga, Carmen, quiero charlar un ratito con usted.  Por acà…
Entraron al cubículo donde momentos antes había revisado Sofìa a Laura. Se sentaron y Sofìa, viendo la cara de preocupación y sorpresa de ella, la tranquilizò diciéndole que solo querìa hacerle algunas preguntas mas.
-Sabe si ella consume alcohol, alguna medicación siquiàtrica, …drogas?
-Ella es una persona muy saludable. Es cierto que hace mucho que no nos vemos personalmente,  pero creo no equivocarme. Con respecto al tema drogas, estoy casi segura que no, porque  ella odia todo lo relacionado al tema.  Una amiga en común falleció de sobredosis, hace ya mucho tiempo. Sè que eso la afectò muchìsmo.
-Se lo pregunto porque ayuda en estos casos, el saberlo. Hay algo mas, en lo que quizás pueda ayudarme. Si bien es normal en estos casos, la ansiedad o el estupor, me ha llamado la atención que de manera persistente ha estado repitiendo su nombre y el de una tal Abigail. Por lo que me dijo, no tiene hijos ni familia.
-Puede que sea alguna compañera de trabajo, quizás-aventurò Carmen. No conozco a nadie en su vida con ese nombre.
-Seguramente, a medida que transcurran las horas, ella misma pueda aclarárnoslo-dijo Sofìa quitándole importancia al hecho- mientras será bueno que repose.
-Podremos quedarnos aquí a pasar la noche para cuidarla?-preguntò Carmen.
-Claro que sì…-dijo Sofìa con sonrisa cansada. –Mañana la evaluaremos y si está mejor,  podrán irse a casa…
-Ojalà, doctora que asì sea.
El celular de Sofìa vibrò. Otra emergencia requerìa su asistencia. Se levantò y le dijo a Carmen:
-Mañana a las ocho, hacemos la primera ronda. Esperenme por aquí.
-De acuerdo, doctora. Hasta mañana… y gracias…
Carmen se dirigió hacia el grupo de hombres que la esperaba. Les contò las novedades. Alberto, apenas ella terminò de hablar, le extendió un papel con su número de celular. Le aseguró que mañana estaría a las ocho para saber el estado de su amiga. Su acompañante, Darìo,  quien era obvio, se sentía realmente apesadumbrado y culposo, agradeció no haber recibido de los demás, comentarios o reproches extras, de los que ya se había hecho él mismo, por su tonto accionar. Tan exaltado se encontraba con las noticias que tenía para Alberto que no fuè cuidadoso. Ahora, se hallaban en esta situación por su negligencia y nada mejorarìa si abrìa la boca con disculpas, por lo que optò guardar respetuoso silencio. Carmen trato de ocultar su fastidio, dada la buena predisposición de todos ante la situación, agradeciéndoles a ambos el estar. Era un hecho que nadie quería estar en aquellos momentos en el hospital. Con Fernando se despidieron de ellos hasta el día siguiente.
El, que no había hablado mucho, se acercó a ella cuando los otros se fueron y la invitò a comer algo. Nada podían hacer por Laura y ellos no podrían descansar, con suerte, hasta mañana. Al menos, comer o tomar un café, les ayudaría a que la noche no fuera tan larga.
Carmen le dijo que sí, pero que necesitaba hacer una llamada. El se apartò para darle espacio y privacidad. Ella llamó al Pelado, como le decía cariñosamente a su jefe y amigo Carlos.
-Hola, Carmen-dijo aquella voz tan conocida, que ahora parecía muy preocupada-Estas bien? Qué fué lo que pasó?
-Estoy bien, Carlos, estoy bien. Tuvimos un accidente con el taxi que nos llevaría a casa de mi amiga Laura. Nos chocaron de atrás. Ella ha quedado internada para ser observada por haber recibido un golpe en la cabeza. Le han hecho una tomografía que ha dado bien, pero mañana sabremos como evolucionó con el correr de las horas. La cuestión es que ella no tiene familia y no tiene a nadie que la acompañe en estos momentos. Creo que será necesario que me quede unos días mas, si es que no tenés inconveniente.
-Claro, claro… no te preocupes. Acompañá a tu amiga. Le pasaré tu trabajo a Mario para que siga con lo que estabas haciendo.  Comprendo la situación. Nuestra amistad está mas allá de la relación laboral…
-Lo sé y te lo agradezco muchísimo, Pelado. Gracias…
-Nada que agradecer. Simplemente, teneme al tanto. No dejes de llamarme.
-Claro que lo haré…
-Espero tu llamada, Carmen. Cuídate…
-Si… estamos en contacto. Chau.
-Chau, Carmen. Que todo se solucione…
Ella cortó la comunicación y respiró aliviada. Era una tranquilidad poder cuidar unos días a Laura, sin la presión del faltar al trabajo. Fernando, al ver que Carmen había concluido su llamada, se acercó y le dijo:
-Volveremos pronto-dijo con amabilidad.
Ella no le respondió. 
Su mente no había dejado de tratar de comprender las palabras de Laura. 
¿Quién sería la tal Abigail? ¿Què estaba preocupando a su amiga? 
Por otro lado, lo que en un primer momento a su estómago le había parecido una excelente idea por el hambre, ahora a su corazón no le parecía tan buena… 
Una charla entre ella y Fernando, sin tener una mediadora como Laura, sería algo que podía llegar a ser desagradable. Nunca pensó en tener una charla con Fernando a solas. No la tuvo en su momento porque él la evitó. Siempre odió no poder tenerla. Pero hoy, ella no pensaba guardarse nada. 
Parecía que el destino le estaba dando la revancha, al menos en esto...

En otro hospital, no muy lejos de donde ellos estaban, Abigail, intentaba comunicarse con Laura, sin resultado.

Hola a todos....si bien fui el iniciador de este panegirico, creo que despues de tanto tiempo habria que dejarlo en el olvido, pero dala la particularidad del foro y el gran afecto que tento por los otros vates que me acompañan en la aventura pongo a votacion seguirlo o desecharlo, si es la segundo opcion perfecto aqui se acabo pero si es la primera hay que dar un tiempo para reelerlo, ver donde se quedo y poder continuarlo. en mi caso particular cualquiera de las dos opciones son validas. con lo cual y con toda la malicia que me acompaña, traslado a ustedes la responsabilidad de seguir o finiquitar.....con todo al astucia gatuna, quedo dispuesto a su critero......

No puedo votar dado a que ge no entra a NE.
Cuando ella escribe en "administradores" yo expresè que somos un equipo.
Debì decir que ella es la dueña de la creaciòn del foro y en definitiva quièn tiene la ùltima palabra.
Esta historia, diluìda en el tiempo por mùltiples factores, pudo ser una buena historia como otras que pudimos construir en grupo, màs a allà de nuestros diferentes estilos y formas de pensar. Creo que en esta habìamos pensado a que se sumara Andrea.
Lo que recuerdo es que siempre arribamos a un final.
No somos escritores de gran talento, nos une la afinidad y el gran cariño que nos tenemos.
Esperemos...

Este foro no existiría sino fuera por la tenacidad de sus tres integrantes, jejeje...
Si son Administradores, es porque considero que TODOS, decidimos. Saben bien que siempre necesito y aprecio sus críticas y sugerencias porque los considero IGUALES en esta tarea de mantener vivo el foro, dado que si bien fuí la creadora, en cuanto a la forma, el fondo, que es lo mas importante, depende de nosotros tres y de quien se quiera sumar, fuera Andrea, Vic o quien mas lo desee. Como bien dice Cris, nos une el afecto y somos, creo, de los que no nos gusta dejar un círculo sin cerrar. Tal como dice Luis, habrá que releer para retomar, dado que han pasado muchas lunas y soles, desde el último escrito.
A quiénes corresponda... 
Gracias de nuevo, por estar...

Oki doqui....me tomare el tiempo de releer, actualizar y continuar.....dado el tiempo transcurrido y la cruda realidad de nuestro benemerito pais, creo que esto va a ser mas facil de lo que uno piensa, digamos y solo por tirar una gotita de la realida actual entr Dostoievski y Machaca (?? ) amen de Gildo, Beatriz, La Morsa y la Reina del Arroyo el gato.....tengo material para escribir una novela superior a cancion de Hielo y Fuego y con perdon del foro, sus lectores y colegas LA RPTMQLRMP